Matanza extremeña
Es evidente que los tiempos van cambiando, que lo que hace una década se veía de una manera, el paso de los años consigue que el prisma con el que se mira cambie radicalmente. Eso ha ocurrido con muchas tradiciones o costumbres, como también con muchos términos que hoy en día pierden la cualidad de ser «políticamente correctos». Desde la Casa de Extremadura se ha querido recordar una manera de vivir, o de subsistir (más bien), de la sociedad extremeña de décadas anteriores, tampoco tan lejanas en el tiempo.
Se celebra este evento a principios de enero, la fecha no es elegida al azar, sino que se concreta en uno de los meses más invernales, y por ende, de acusada bajada de las temperaturas. Cuando la población extremeña, que dependía de la actividad ganadera, tenía que sacrificar un cerdo, lo hacía entre los meses de noviembre a enero, que era la época de las lluvias y las heladas. El propósito es evidente, elegir la fecha más fría del año para que los productos que se elaborarán de esa matanza, durara cuanto más tiempo mejor.
Es pues la celebración de la «Matanza» una fecha en la que se vuelve a recordar un estilo de vida rural, en el que las familias se reunían en torno al marrano para poder preparar productos que les diera de comer durante unos meses o quizás venderlos y ganar algo de dinero… Lo cierto es que, en esos días, las familias compartían esas labores y se estrechaban vínculos afectivos que enraizaban con la idea de comunidad, de entidad de un pueblo que enfrentaba las malas rachas como mejor sabían y podían, aprovechando los recursos naturales que la tierra y el entorno les ofrecía.
Por todo lo dicho, en la Casa de Extremadura se continúa esa costumbre fijando una fecha cada año, por el mes de enero, en el que nuestros socios y socias tienen la oportunidad de visitar un pueblo extremeño para pasar un día de convivencia y rememorar aquella forma de vida, hoy convertido, casi, en un viejo ritual.
El último pueblo al que fuimos a celebrar este día tan significativo, fue a Fregenal de la Sierra, pueblo que D. Gonzalo Martín eligió para celebrarlo en el año 2024, ilusionándole la opción tras ver el local donde se pensaba celebrar. Desafortunadamente, en julio del 24 falleció, pero desde la Junta se quiso cumplir su deseo y se celebró en Fregenal, pueblo del que es oriundo D. José Cabrillas García, directivo de festejos y mantenimiento de la Casa quien coordinó y preparó un día que todos los que asistimos recordaremos con mucho cariño.
Antes del almuerzo los socios y socias que visitaron Fregenal de la Sierra, tuvieron la oportunidad de visitar los principales lugares de interés que los frexnenses tienen a gala de enseñar, por ser considerados Conjunto Histórico declarado de Bien de Interés Cultural. Empezando por el Castillo Templario (S.XIII), en cuyo interior se encuentra una Plaza de Toros del S. XVIII y un Mercado de Abastos del año 1915, la iglesia de Santa Ana, el Santuario de los Remedios, un edificio situado en plena dehesa donde se encuentra la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de la población desde el año 1506 hasta el yacimiento arqueológico de Nertóbriga (S. I a C.), situado a 6 kilómetros de la población.
Fregenal de la Sierra
Imágenes cedidas por doña María Dolores Díaz, socia y esposa de nuestro vicepresidente, D. José Luis González Cáceres